Luego de estar 2-6 abajo, y con cuatro set-points abajo, el manacorí se repone a fuerza de corazón, tiros increíbles y un revés paralelo que le da el punto final. Se termina 10-8 el tie-break, que desempata un larguísimo primer set (una hora y 31 minutos), en el que los dos jugadores tienen un nivel altísimo, digno de una semifinal de Roland Garros. En esa paridad, la resiliencia del español termina imponiéndose al talento del alemán, que llevó la iniciativa durante la mayor parte de este primer parcial.